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Opinión sobre Fecha de Caducidad

Polémica sobre eliminar la fecha de caducidad
¿Puede afectar a nuestra salud?

laboratorios

Esa polémica a la que es a la surgida con el paso de la fecha de caducidad de los productos lácteos refrigerados a la de consumo preferente. No es lo mismo fecha de caducidad, que indica el límite máximo que admite el producto para ser consumido, 28 días para el caso del yogur, que fecha de consumo preferente, que viene a decir que si pasa unos días de la fecha marcada (35 días en este caso) y no se ha roto la cadena de frío, te lo puedes comer con tranquilidad. Esta propuesta surgió de la campaña Think.Eat.Save a cargo de la FAO para reducir la pérdida y desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de producción y consumo. Según esta organización, a nivel mundial alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos, se pierde o se desperdician en la producción y en los sistemas de consumo, lo cual es una barbaridad, desde el punto de vista económico, humano y ambiental. Y respecto a eliminar la fecha de caducidad, esta no es tal, sino que la responsabilidad de establecer la misma recae en el responsable de la industria, como siempre ha sido. Cuando un fabricante lanza un producto y para evaluar su fecha de caducidad, se realizan estudios denominados de Vida Útil, empleando métodos científicos y bases técnicas en su elaboración, y si los medios del empresario no son suficiente para emprender estos estudios, hay bibliografía suficiente y bases de datos científicos hechos públicos que puede emplear para asignar por similitud una fecha de caducidad determinada. Las autoridades competentes no pueden obligar a un industrial a señalar una fecha de caducidad o preferente determinada, porque la tecnología permite alargar la vida comercial de los alimentos en perfecto estado de consumo y sin afectar a nuestra salud. Hoy en día hay miles de alimentos procesados con algún grado de transformación y con una determinada vida comercial. Por ejemplo, la adición de un determinado conservante en un producto de bollería puede marcar la diferencia de tener solo 5 dias de fecha de consumo a tenerlo de 10, y eso solo atañe a ese producto de ese fabricante en cuestión.. O si un determinado plato preparado que en circunstancias normales de refrigeración caduca en 72 horas, si se le somete a abatimiento, pasterización y envasado en atmosfera modificada puede estar perfectamente listo para su consumo después de 21 días, si así se lo señalan sus estudios de Vida Útil. Y no hay que preocuparse de los famosos aditivos llenos de claves y números, están perfectamente estudiados por comités científicos y autorizados para su empleo. Por ejemplo el antioxidante E-331 que vemos en la etiqueta de muchos alimentos, es simplemente citrato sódico, o sea zumo de limón y permite que ese alimento permanezca mas tiempo en la estantería, lo que significa también menos costes al empresario por  perdida de productos, y se tira menos comida, como preconiza el informe de la FAO.